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2 Crónicas 19 Las Malas Asociaciones
Contributed by Mitchell Muller on Jan 1, 2016 (message contributor)
Summary: 2 Crónicas 19 Las Malas Asociaciones
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Malas Asociaciones
2 Crónicas 19:2
Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto.
En este pasaje podemos conocer un rey se llama Josafat rey de Judá. Era el hijo de Asa y por todos los propósitos prácticos era un buen rey. Varias veces la palabra de Dios menciona su fervor y deseo para buscar a Jehová en todo de lo que hizo. 2 Crónicas17:3-4 Y Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a los baales, sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según las obras de Israel.
El reinado de Josafat fue caracterizado por sus esfuerzos para volver la nación Israela caminar en los caminos de Dios. Él puso en su corazón a purificar el culto nacional. Los sodomitas fueron negados una presencia en la tierra bajo su reino. 1 Reyes 22:46 Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa. La Biblia habla de su celo en quitando los lugares altos y quitando las imagines de Asera, eliminando la falsa religión de los baalitas. No solo fue su celo manifestado por Dios en la eliminación de todo las cosas abominables a Jehová, pero también en su fervor a conducir la gente hacia a Dios. 2 Crónicas 19:4 Habitó, pues, Josafat en Jerusalén; pero daba vuelta y salía al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efraín, y los conducía a Jehová el Dios de sus padres.
La Biblia dice que Jehová, por tanto, confirmó el reino en su mano.
Entonces al contemplar un hombre que por el mayor parte de su vida vivía tratando de agradar su Dios y complacer su Dios por sus acciones y manera de vivir, es curioso para mi verlo hacer una alianza con un rey malvado y pagano se llama Acab.
Nuestro texto es la conclusión de un profeta se llama Jehú que propuso la pregunta, ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?
Hay muchos cristianos que tratan de vivir bien, portarse bien pero caigan bajo las malas influencias de los no creyentes. ¿A dónde queda la línea de separación? ¿A dónde debo trazar la línea con mis parientes, en mis relaciones, en mis amistades, en mis negocios? ¿Hasta qué momento estoy cruzando una línea y estoy comprometiendo mi testimonio, arriesgando mi vida con Dios, haciendo una burla de mi Salvador?
Eso es lo que está pasando en nuestro pasaje. Josafat dice la Biblia contrajo parentesco con Acab. En otras palabras hizo una alianza con el rey Acab. Este rey que había cerrado las puertas del templo, que había erradicado la adoración a Jehová en Israel, este rey que fue casada Jezabel cuya nombre hoy implica maldad. No mucho tiempo después que Josafat hizo esta alianza el rey Acab le llamó para ayudarle en una campaña de guerra contra Ramot Galaad.
Josafat quiso consultar a Jehová y dijo a Acab, te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová. Acab llamó por sus profetas falsos, 400 en número, y dijo, ¿Iremos a la guerra? Pues, por supuesto, sus profetas dijeron, Si, si, váyase y conquista.
Sin embargo, Josafat quiso consultar con un profeta de Jehová y pidió, ¿Hay aun aquí un profeta de Jehová? Acab respondió, si hay, pero es un malo, porque nunca habla bien por mi caso. Siempre habla en contra de mí.
No obstante, Acab llamó por el profeta se llama Micaías…
(Sigue la historia)
Lo que quiero hacer es compartir unos pensamientos con ustedes sobre nuestras asociaciones, nuestras relaciones con otros, sean familia, amigos, compañeros o simplemente conocidos.
Pues nuestro texto hoy empieza con una pregunta, ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Y la respuesta es obvia, entonces vamos a empezar con las advertencias en las escrituras de desasociarnos de los impíos o los que no caminan con Dios.
1. La palabra de Dios nos amonesta de no hacer ligas con incrédulos –
La palabra de Dios no guarda su silencio sobre este asunto. Hay varias advertencias de aligarse con los que no tienen Dios en sus vidas.
Muchos hermanos hallaron a ellos mismos en un lugar difícil cuando este principio está aplicado a sus parientes y amados y con razón. Una cosa difícil es de mirar en su familia, y ponerlas en una categoría de impíos. Nuestros conceptos de los malvados usualmente están reservados por los muy malos, los asesinos, los personajes de la historia como Hitler o Mussolini, pero ni podemos considerar que nuestros amados caigan en la misma clasificación. Y por esa razón es un conflicto del corazón de aceptar o considerar aun la idea que mi hermanito o mi tío es una persona que no debo dejar participar en mi vida.