Job 7
Miserias De La Vida
¿No son sus días como los días de un jornalero?
Y como jornalero que espera con ansias su paga,
Y noches de aflicción me han asignado.
‘¿Cuándo me levantaré?’.
Pero la noche sigue,
Y estoy dando vueltas continuamente hasta el amanecer.
Mi piel se endurece y supura.
Y llegan a su fin sin esperanza.
Mis ojos no volverán a ver el bien.
Tus ojos estarán sobre mí, pero yo no existiré.
Así el que desciende al Seol no subirá;
Ni su lugar lo verá más.
Hablaré en la angustia de mi espíritu,
Me quejaré en la amargura de mi alma.
Para que Tú me pongas guardia?
Mi lecho atenuará mi queja’,
Y me aterrorizas con visiones.
La muerte, en lugar de mis dolores.
Déjame solo, pues mis días son un soplo.
Para que te preocupes por él,
Y a cada momento lo pongas a prueba?
Ni me dejarás solo hasta que trague mi saliva?
Oh guardián de los hombres?
¿Por qué has hecho de mí Tu blanco,
De modo que soy una carga para mí mismo?
Y quitas mi iniquidad?
Porque ahora dormiré en el polvo;
Y Tú me buscarás, pero ya no existiré”.