Job 33
Eliú Censura A Job
Y presta atención a todas mis palabras.
En mi paladar habla mi lengua.
Y con sinceridad mis labios hablan lo que saben.
Y el aliento del Todopoderoso me da vida.
Colócate delante de mí, ponte en pie.
Del barro yo también he sido formado.
Ni mi mano agravarse sobre ti.
Y el sonido de tus palabras he oído:
Soy inocente y en mí no hay culpa.
Me tiene como Su enemigo.
Vigila todas mis sendas’.
Porque Dios es más grande que el hombre.
Diciendo que no da cuenta de todas Sus acciones?
Y otra vez, pero nadie se da cuenta de ello.
Cuando un sueño profundo cae sobre los hombres,
Mientras dormitan en sus lechos,
Y sella su instrucción,
Y del orgullo guardarlo;
Y su vida de pasar al Seol.
Y con queja continua en sus huesos,
Y su alma el alimento favorito.
Y sus huesos que no se veían, aparecen.
Y su vida a los que causan la muerte.
Uno entre mil,
Para declarar al hombre lo que es bueno para él,
‘Líbralo de descender a la fosa,
He hallado su rescate’;
Que regrese a los días de su vigor juvenil.
Para que vea con gozo Su rostro,
Y restaure Su justicia al hombre.
‘He pecado y pervertido lo que es justo,
Y no es apropiado para mí.
Y mi vida verá la luz’.
Para que sea iluminado con la luz de la vida.
Guarda silencio y déjame hablar.
Habla, porque deseo justificarte.
Pon atención y te enseñaré sabiduría”.