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Summary: Cuando Dios no llama a servirle presentamos muchas excusas; Dios se encarga de derribar cada una de esas excusas hasta que nos decidimos a servirle y descubrimos que somos instrumentos poderosos en sus manos para su gloria y para bendición de su pueblo.

MUCHAS EXCUSAS PARA SERVIR

Exodo 3:10-4:17

Había un joven tan fanático del equipo América que siempre que jugaba ese equipo en el estadio Azteca no se perdía el partido. Y nunca ha dejado de ser seguidor del América a pesar de que podría usar las siguientes excusas para abandonarlo.

Cada que voy a un partido tengo que pagar mi boleto, pasaje, torta y refresco.

Las personas que me tocan alrededor no son muy amistosas.

Las gradas están muy duras e incómodas

El árbitro nunca viene a darme la bienvenida, además marcó un penalti contra el América injustamente.

Había varias personas que ni les gustaba el juego, solo fueron a criticar como iban vestidos los demás

El partido se tuvo que ir a tiempos extras y duró mucho tiempo

El partido estuvo en un horario que no me gustó

El América ha estado jugando muy mal últimamente

Yo no vo a traer a mis hijos al fútbol, los tengo que dejar a ellos solos que escojan el deporte que ellos quieran

Pues todas estas excusas nosotros los cristianos usamos para a Dios, también Moisés.

Dios le dijo a Moisés: “He oído el clamor de mi pueblo, me piden que los liberte de la esclavitud tan dura, por fin los voy a libertar”

¡Qué bueno, Señor, ya han sufrido mucho tiempo!

Por eso te enviaré ante el faraón para que saques a mi pueblo de Egipto y me sirvan aquí.

Aquí fue donde Moisés dio muchas excusas en vez de servicio:

I. ¿Quién SOY YO PARA IR ANTE FARAÓN?

II. ¿CON QUÉ AUTORIDAD ME PRESENTO ANTE EL PUEBLO?

III. ¿Y QUÉ TAL SI NO ME CREEN QUE TU ME ENVIASTE?

IV. YO NO SOY BUENO PARA HABLAR.

V. YO NO, ENVÍA A OTRO.

Cuando Dios te llama a servirle ¿le has respondido con excusas?

Hermano, le pedimos que enseñe en la escuela dominical… empiezan las excusas.

Hermana, queremos que se encargue de administrar el aseo del templo… excusas

Dios pone en tu corazón que compartas el evangelio con un vecino… excusas.

Yo no sé evangelizar, con qué autoridad, no me van a creer, no soy bueno para hablar, no tengo tiempo, manda a fulanito que no hace nada.

El lunes a las 6:00 a.m. el capitán de una compañía estaba pasando lista y se enfureció mucho cuando varios soldados no regresaron del fin de semana franco.

Uno de ellos apareció hasta las 11:00 de la mañana:

“Perdón mi capitán, por estar con mi novia, perdí la noción del tiempo y cuando me di cuenta ya era tarde, perdí el camión, pero no quería llegar tarde y tomé un taxi, pero el taxi se descompuso a medio camino, alquilé un caballo, y lo apuré tanto que el caballo sufrió un ataque al corazón y murió, y tuve que caminar los últimos 4 kilómetros y por eso llegue a esta hora”

Aunque sin creerle mucho el capitán perdonó al soldado y no lo arrestó, al rato llegó otro y le presentó las mismas excusas: cita con la novia, perdió el camión, el taxi se descompuso, el caallo sufrió un infarto, y más tarde otro y otro, y otro presentando las mismas excusas.

Al último ya de plano le dijo: ¡Ya no me diga su sarta de mentiras! Ya me sé su historia muy bien, tenía una cita con su novia, perdió el autobús, el taxi se descompuso…

No, mi capitán mi taxi no se descompuso…

¿No? ¿Entonces por qué llegó caminando?

Porque encontramos tantos caballos muertos y amontonados que el taxi no pudo pasar, tuve que bajarme y caminar.

¡¡Excusas!! Todos quedan arrestados.

I. ¿QUIEN SOY YO PARA IR ANTE FARAÓN?

11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egito a los hijos de Israel?

12 Y él respondió: “Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que o te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

Esta excusa resulta de la desconfianza que Moisés tenía de sí mismo. Había cometido grandes errores en su vida, al grado de matar a n egipcio.

Hech. 7:23 Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.

24 Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido.

25 Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así.

26 Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro?

27 Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?

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